
Torsión intestinal y síndrome del intestino hemorrágico. Importancia clínica
La torsión intestinal y el síndrome del intestino hemorrágico (SIH) suelen afectar a cerdos de entre cuatro y seis meses de edad. Ambos son esporádicos pero ubicuos y pueden ocurrir en cualquier época del año. La torsión intestinal. Su síntoma principal es la muerte súbita, por lo que pueden provocar importantes pérdidas económicas.

Todo el tracto intestinal del cerdo se mantiene en el abdomen mediante un conjunto laxo de tejido conectivo. La torsión del intestino suele producirse cuando el cerdo hace ejercicio después de una comida, con el intestino lleno. Los cerdos son animales sociales y juegan juntos cuando se los aloja en grupos. Después de que el primer corte de cerdos de engorde se envía al mercado, los restantes repentinamente tienen más espacio para correr en los corrales, lo que aumenta el riesgo de torsión. La torsión y la consiguiente dilatación de los intestinos pellizcan las venas mesentéricas e impiden que la sangre regrese al corazón. El retorno venoso deficiente asociado con la hipoxia debido al aumento de la presión sobre los pulmones conduce a una muerte rápida.
En el caso del SIH, la causa de la muerte súbita es idéntica. Sin embargo, en la necropsia no se encuentra torsión. Hasta ahora, las raciones altamente fermentables, como los alimentos líquidos o las raciones que incluyen suero, se han asociado con mayor frecuencia con casos clínicos de SIH.
Síntomas asociados.
El signo más común es la muerte súbita, a menudo de la noche a la mañana en ambos casos. En los raros casos en que el cerdo puede vivir lo suficiente como para observar signos clínicos, se puede observar dolor abdominal, vocalización, dificultad para moverse y palidez. La diarrea es poco común.
Lesiones asociadas.
Lesiones macroscópicas.
En ambos casos, la principal lesión macroscópica son los intestinos distendidos y llenos de sangre. Esto suele ir acompañado de un adelgazamiento de las paredes intestinales. En casos de torsión intestinal se puede encontrar una rotación en sentido antihorario, a lo largo del eje longitudinal. Esto significa que en la necropsia los órganos estarán desplazados en lugar de tener el yeyuno en el lado izquierdo y el colon en el derecho.
El diagnóstico diferencial incluye
Las úlceras gástricas, pero la necropsia debe revelar lesiones características en la pars esofágica, así como falta de hinchazón en el abdomen. La enteritis proliferativa también produce signos clínicos similares, pero el intestino no está tan dañado y es común observar diarrea. No se puede encontrar torsión del intestino.
Tratamiento, Prevención y Control
No hay forma de tratar esas dos enfermedades, ya que normalmente mata al cerdo antes de que se pueda aplicar el tratamiento. Para una granja afectada por SIH, el mejor curso de acción suele ser evaluar la dieta de los cerdos y realizar los cambios necesarios, como comidas más pequeñas o disminuir la cantidad de suero en la ración. Reducir el estrés del rebaño suele ser el mejor método de prevención contra esta enfermedad. Las prácticas de manejo, como prevenir eventos de falta de alimento y evitar la mezcla de cerdos, generalmente serán suficientes para prevenir el SIH.